La Cúspide del Tedio desde 2011®

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miércoles, 7 de septiembre de 2011

libros, lectura, libros, lectura


Desde que fuí pequeño fuí un buen lector, o eso creo, en mi casa no había una gran biblioteca y para no faltar a la verdad, mis jefes no eran unos grandes lectores. Pero recuerdo que había unos cuantos libros en un gran librero que aparte de los ya mencionados volumenes tenía un chingo de figuritas de cerámica y otras pendejadas. Entre esos libros estaban unos diccionarios enciclopédicos de W. M. Jackson editores que repasé hasta el cansancio, estaba también el enorme (ya hablaré de este libro en un post aparte) Escritos Básicos II de Bertrand Russell, un manual de matemáticas y una novela del marqués de Sade que me perturbaba bastante pero bien que leí. Mi mamá nos compraba cómics a mi y a mi hermana y recuerdo haberme ganado un par de libros infantiles (bastante buenos) en un concurso de dibujo en la primaria y hasta ahí, despues el limbo. Bueno recuerdo que cuando era adolescente (una etapa en la cual no leí ni madres y estaba por completo entregado a la televisión) cayó en mis manos un atlas con una detalladísima descripción de los Estados Unidos que causo una fascinación completa en mí y que casí memoricé, lamento que ese libro se haya perdido en el cauce de la vida, ya en la prepa lo único que leí fueron cómics de DC y nada más. Sin embargo fue en la preparatoria que llegó a mis manos casí por casualidad un libro que me cambió la vida: Tus Zonas Erróneas de Wayne Dyer, un texto enorme, demoledor, acerca de cómo combatir las causas de la infelicidad, tremendamente efectivo para mí, y sí, altamente recomendable (materia de otro post), tambien leía la reva Muy Interesante y otras que encontraba en la hemeroteca de mi escuela.
Pero fue a los 19 o 20 años que empece a leer en forma, Max, Aldo, Javier Lara, incluso Miguel, ellos eran lectores y no me podía quedar atras, Compre Así hablaba Zaratustra de Friedich Nietzsche en la comer de Chilpancingo y de ahí pa el real, El Manifiesto del Partido Comunista, Hermann Hesse, Octavio Paz, dos libros fundamentales: El llano en llamas y Pedro Páramo de..., de..., bueno si no saben de quien sí estan amolados y les recomiendo que se regresen a la primaria o ya de perdis investiguen en internet, porque eso si es de pena ajena, y la poesía de Vicente Quirarte y la serie de Don Juan Matus de Carlos Castaneda, y recuerdo haber estado leyendo Los Versos Satánicos de Salman Rushdie, -una novela extraña y hermosa- cuando viví en un  departamento de la infonavit ya hace unos ayeres, (que recuerdos chingao), y Saramago, el gran Saramago y su Ensayo Sobre la ceguera (librazo), y La Balsa de Piedra cuando Sofi era bebé y  Las intermitencias de la muerte que me regaló Adrian y Luis Ángel y el tremendo, conmovedor, abrumador Evangelio según Jesucristo (¡otro obligado post!)  y La Caverna cuando teníamos la escuela en Tixtla y el mundo era perfecto, y Bret Easton Ellis y American Psycho y La historia interminable de Michael Ende y el queridísimo Milan Kundera (post,post, post), y García Ponce y Sartre y Fuentes y Goethe y Las Desventuras del joven Werther y los varios libros del buen Rius y Naomi Klein y su No Logo y Jose Agustín y sus Tragicomedias Mexicanas y mi queridísimo Ciudades Desiertas y Fernando Savater y Tolkien y la excelente poesía de Sabines y García Márquez y Bukowsky y su Música de Cañerías cuando vivía en la casa que no me gustaba vivir (y en la cual ya no viviré), incluso he leído la ejem, la..., ejem, la bi..., cof, cof, ejem, la bi..., la bi..., ok, la biblia, solo para darme cuenta de cuantas barbaridades, salvajadas y errores dice ese libro tan querido por muchos, (luego hablamos de eso), y Shakespeare y Hamlet, Macbeth, Otelo y El Rey Lear y en fin, un monton de autores más que se me escapan de la memoria. Despues llego La mosca en la pared, la revista que coleccioné casí con fervor religioso y que me enseño a amar más al rock y que me dió buena parte de mi formación intelectual, y despues me pusé mamón y  traté de ponerme la etiqueta de "intelectual" (cualquier cosa que eso signifique), y  pensé que entre más leyera más feliz sería, pero me dí cuenta que no es así, la lectura no te da felicidad pero sí te da las herramientas y los elementos para interpretar, comprender y procesar la vida y la realidad, es decir, tienes mas de donde agarrarte para vivir más y mejor, además me creía muy cool dándomelas de docto de pacotilla, en fin, así es esto de las gelatinas. Antes leía la Jornada hasta que la deje por el tremendo aburrimiento que me causa la política. También leía Quo Y Conozca Más. Soy tambíen un gran lector de Historia, ya despues empece a leer un chingo en internet: la wikipedia, la bendita wikipedia y los blogs que tanto me han dado, Paiki, Hacking rainbows, El rojo y el negro y llegar hasta aquí. Tambien llegue a pensar que entre más libros tuviera más culto sería, y por eso empece a acumular libros, libros y más libros, no he contado los libros que poseo, sólo te puedo decir que tengo dos libreros grandes que ya se estan colapsando de tantos volumenes, libros que he comprado (aunque no compro muchos debido a lo pinche caros que estan), libros que he rescatado, que me he volado de un chingo de partes, (aunque no últimamente, tiene sus riesgos, ya les contaré), libros que ya no he devuelto (mentadas de madre bienvenidas), etc. Tambien está la fascinacion por las bibliotecas públlicas, por checar cuando llego a una casa ajena si es que tienen biblioteca o al menos unos cuantos libracos y juzgar a las familias que tendran sus mansiones pero no tienen un puto libro, así estaran de jodidos. Me acuerdo de Oscar y Javier que tienen bibliotecas decentes en sus casa, ah y también de la biblioteca personal de Sofi que es bastante amplia. También recuerdo andar buscando libros de segunda mano y ofertas, leer en el transporte público, en los viajes, donde sea, traer siempre un libro en la mochila.¿Y que me dicen de lo que te queda, del aprendizaje, de la memoria?, los libros que leíste en determinada época de tu vida te traen recuerdos y a veces eso no tiene precio.

Es conveniente leer de todo sin discriminar, todo lo que caiga en nuestras manos, con sentido crítico, sin dogmatismos, para interpretar y reinterpretar la vida. Algunos libros se van como agua, como algo precioso entre los dedos, otros son aburridos y no debes de terminar de leerlos a la fuerza, algunos otros son linternas que alumbran caminos y salvan vidas.

see you around.

Si tuviste la paciencia de leer hasta aquí te comento que voy a postear 10 reseñas (una por post) de mis 10 libros favoritos, ever. ah, y más poesía. (si no te importa , pues que le hacemos)