La Cúspide del Tedio desde 2011®

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lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Cuánto puede hacer un hombre en una sola vida?




¿Cuánto puede hacer un hombre 
en una sola vida?
¿Cuántos kilómetros puede recorrer?
¿Puede correr un maratón,
correr sólo por correr,
puede plantarle la cara a la existencia,
día tras día, hasta llevar su cuerpo al límite?
¿Puede un hombre construir
y crear
y decir
y diseñar la vida,
puede armar un librero
o pintar un mueble
o ensamblar un barco con sus propias manos
botarlo
y navegar hacía ninguna parte?
¿Puede un hombre amar larga y
sinceramente a una mujer, mantener
un matrimonio de treinta años de
verdadero amor, más allá del orgullo
y la puta conveniencia?
¿Cuánto puede escribir un hombre,
no digamos ya una buena novela
sino al menos un poema aceptable?
¿Cuántas ideas y teorías
puede escupir,
cuántos granos de arena de conocimiento
cuántas ideas,
cuántos versos,
que lleguen y toquen el corazón
de por lo menos una persona?
¿Cuántos hijos puede criar un hombre,
procurarlos
amarlos
para que al crecer digan la inmensa,
monumental frase:
"mi padre fue un hombre bueno"?
¿Cuánta riqueza,
cuánto "poder" y "reconocimiento"
puede tener la ilusión de acumular
sin que se pierda en la sed eterna,
se hunda en ese oceáno de samsara
y no pueda saciar esa sed
por más que beba?
¿Puede este mismo hombre
a lo largo de sus años
disolver su ego
y disfrutar de la tarde
y de la luz y el aire
y darse cuenta
que desde siempre ha sido todo
y que no hay nada que esperar
y que el más grande de sus logros
no son conquistar Europa
o llenar las arcas de oro
o casarse con Elena de Troya,
Sino ser dueño de si mismo
y poseer su propia tranquilidad
y dejar de buscar
por que todo está aquí y ahora?

Que se de cuenta de todo esto

antes de morir.

¿Cuándo será un hombre capaz de 

mirar a los ojos a su adversario,
al que piensa diferente,
al amor perdido?
¿A cuántos demonios personales
tiene que vencer, darse cuenta que
él mismo los ha creado?
¿A qué edad puede un hombre
dejar de ser esclavo de su propio miedo,
de su angustia, de su enfermedad,
o de su supuesta soledad,
que sólo existen en su mente?

Anda, ve allá afuera

y saluda a tu vecino, 
a la mujer guapa que atiende la farmacia,
conversa con tus padres,
llama telefónicamente a tu hija, 
corre hasta empaparte de sudor,
no batalles
ni hagas las cosas a la fuerza,
fluye, respira
quítate de enmedio
disuelve el ego, el deseo y la ignorancia.


Carlos Reyes López