I
recuerdos de aquel majestuoso árbol
bañado en la cima de la montaña
por esa lluvia ajena
inquietante y maravillosa,
aquel árbol que roza las nubes
en metáfora de vida
deseable
y distante
distante
siempre distante.
II
esta tarde vi aquel árbol
-otra vez-
solo,
majestuoso
en la cima de la montaña
ahora en medio de borrasca interminable.