somos esta corriente que erosiona
que duele suavemente
en el centro del estómago
que sigue inexorable
abriendo paso
cristalina, no líquida
más delgada que el aire
hiere en silencio
en los sueños
en los años
esta corriente que somos
unidos todos
esta corriente que es olvido
y un mirar de algunos
sólo algunos
de las mañanas duras
en las que no nos resignamos
a la condena impuesta
con el corazón apretado
y los ojos llenos de impurezas
de las tardes rojas,
amarillas
húmedas
en las que apenas nos estamos acostumbrando a vivir,
de las noches
en que todo acaba.
en este orden de objetos
sólo esto somos
fundidos, sin saberlo
no nos movemos.
estamos hechos, todos
de la crueldad vuelta institución
del polvo de los restos de nuestros muertos
con los crímenes acuestas
con este dolor manso en el costado
somos el canto que avisa la vida de nuestros hijos
tambien somos el grito.
Carlos Reyes López
