cierro los ojos y respiro
e inicia el proceso de escritura
recuerdo 5
o tal vez 10 cosas
sólo cinco quizá diez.
Recuerdo la mano de mi padre
y de mi madre
en medio del amarillo de la tarde
en esos viajes de regreso a ninguna parte,
los temas recurrentes
la belleza del mundo
el miedo que pica en la palma de la mano,
creo que lo llaman incertidumbre.
Y después de eso casi nada,
casi nada.
Tal vez unos amigos
la esperanza de la música
tardes que envuelven,
la mujer que alguna vez fue una con el viento
que un día fue
y lo logró todo.
Todo.
Recuerdo una niña que compartió
una tarde todas las tardes,
siendo dueños del mundo sin saberlo,
una niña que es presencia diariamente.
Y también la recuerdo a ella,
en una parada de autobús
eternizada en su belleza,
cierro los ojos, respiro fuerte,
luz, presencia
el mundo perfecto desde siempre.