Mi madre es una melodía triste.
Las noticias dan fe del odio.
El polvo y su beso son una abrumadora sonrisa.
Como música de Mahler mora la infancia.
A lo lejos, el amor es un diluvio de pasos
que se escuchan en el pueblo.
Recuerdo a mi madre levantando un par de tortillas,
nadie sospechaba su miseria.
Un vuelo infinito de pájaros se desvanece en el cielo.
Mi madre viene hacia nosotros,
parte las tortillas como se hizo con los panes,
el milagro no sucede.
Ulber Sánchez