Retiro.
Cualquier sitio puede
ser un retiro.
Cualquier
experiencia.
el aire que pasa por
el balcón -cuando
aún transporta el
frescor de la noche.
El silencio.
Los sonidos del
silencio -los pájaros,
el motor sutil del ordenador.
La casa vacía.
La soledad (da igual dónde)
es el mejor retiro.
Siempre que no estén los recuerdos,
las casas de citas obsesivas.
Y si aparece alguna, que tenga la lucidez de no entregarme a ella;
si aparece, que sea para investigarla
para buscarla y encontrar el humo.
Para disolverla.
Marié