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miércoles, 19 de diciembre de 2012
carta a Gloria.
Te conocí en 1999. Casualmente te ví y no pude olvidar tu rostro. Tú tenías 18 y yo 21. Me acerqué a tí inexorablemente. Desde ese día te amé. Sin concesiones, sin tregua, con todas las imperfecciones del mundo te amé. Te amé todos y cada uno de los días y te amaré hasta el último día de mi existencia, aunque, cabe decirlo, de manera distínta. El 29 de Septiembre de 1999 empezó todo, a pesar de lo que tú o los demás digan. Te quise a mi manera, con todas mis fuerzas, sin pensar o imaginar lo que sentías y pensabas, tal era mi inmadurez. Cometí un chingo de errores, demasiados, pero sólo ahora me doy cuenta, al pasar de los años. No te valoré, pensé que todo era eterno. Error tras error. Pero sólo ahora me doy cuenta. Sólo la experiencia te da el poder de ver las cosas como realmente son. Tú también cometiste un chingo de errores. No te culpo. Es parte de la realidad del Ser Humano. A lo que voy es lo siguiente: Te agradezco TODOS Y CADA UNO DE LOS DÍAS en que me quisiste, en que pensaste en mí, en serio, ese es un gran regalo. Gracias por tu tiempo, por tus atenciones. Gracias por tanto amor. La vida, las circunstancias y las distíntas formas de pensar nos separaron, irremediablemente. El fruto de lo que alguna vez fué es una personita de 10 años que merece todos nuestros esfuerzos. No me veas como tú enemigo. No lo soy. Sí me alejo de ti es solo por protección personal, sólo por eso. Trata de entenderme, yo no olvido tan fácil como tú. Hace mucho que pasamos el punto de no retorno y sólo te quiero decir una cosa, deseo que seas feliz. Pero trata de no hacerme la vida tan complicada, yo también siento. Todos los días pienso en tí. Todos y cada uno de ellos, como una vez te dije. Eso no importa ya. Ya esta aquí el momento en que te recuerde y eso no implique ningún dolor. Te perdono por todo. Te pido perdón y disculpas por todas las cosas que te ofendieron. Te pido disculpas con el corazón en la mano. Fuiste el amor de mi vida pero tengo que seguir adelante. A nadie quise como a ti. Adios y mis mejores deseos. Espero que ahora sí esta sea la última carta. La más sincera. Ojalá que esta sea la despedida con una sonrisa. Permiteme estar cerca de la niña. Que sólo quiero su bien. Cambio y fuera. Paz y Amor para todos.