La vida esta en otra parte
dice Milan Kundera
quizás en aquellos lugares ajenos
de luz pura, geométrica, cuadrada
de tardes lánguidas
o sábados que inician
de viajes familiares olvidados
en carreteras extranjeras
cuando el tiempo era moderno
y la sorpresa cálida y suave
deliciosa cómo el sexo de la amada
la vida está en un supermercado
un martes a las nueve de la mañana
en una sala de cine con dos espectadores
en las mesas de madera de una biblioteca pública,
en un hospital de madrugada
tal vez en la calma de un día libre
con aunque sea un poco de esperanza
de hechos fabulosos
antes de que no quede nada