La Cúspide del Tedio desde 2011®
miércoles, 11 de octubre de 2017
indigentes
Observo al demente callejero
adentro del caos de su propio mundo
envuelto en conversaciones
de importancia capital
para su propio orden,
veo como manotea, reflexiona
vacila un momento
parece que escucha
y de pronto de nuevo
arremete
una nueva frase, otro argumento
¿Qué tan lejos estoy yo
de hundirme en ese orbe,
de ahogarme
en mi propio caos?
Veo al demente
soberano de su propio reino
vociferando en medio de las calles,
recorriéndolas
lleno de mugre y de ideas
de cansancio y de vida
proclamando:
Soy el rey demente.
¿Qué tan lejos estoy yo
de perder el barco de la razón?
Observo al anciano disminuido
medio sordo, sucio
dueño de imperios olvidados
héroe de batallas
que nadie recuerda ya.
Buscando el medicamento
en la farmacia
la cura momentánea
el bálsamo necesario
luchando contra gigantes invisibles
¿Qué tan cerca estoy yo
de olvidar todo,
de perder la memoria
de ser ignorado
por los amos del mundo?
Ahí va el anciano
con paso lento
con su última arma en la mano.
siempre en movimiento
En la silente caída de la luz
descanso suavemente la mirada
en la mañana que calla
y transita con pasos de éter
cuando los niños ríen y se van.
como ave que se posa
en el peñasco improbable
como el niño que viaja en el transporte
y conoce vida, luz y movimiento
cada día soy alguien diferente
cada día algo muere en mi.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)