Tomé el transporte público,
en el iban dos jovencitos
que cursan la escuela secundaria,
uno de ellos un verdadero punk
el otro un poco más apegado a la
ortodoxia
Los dos llenos de ternura
de esa cálida belleza
que a veces da la vida.
Después subió otra jovencita
y más tarde
una pequeña niña
con una mujer que podría
ser su abuela.
Vi a todos estos niños
repletos de existencia
hermosos todos
y me maravillé ante ellos.
Me di cuenta
que esta realidad
es una carrera de relevos
en dónde estos preciosos hijos
nos representan.
Sin saberlo
traen en la espalda
el bagaje milenario
que yo también traigo.
Yo fuí ellos,
en ellos me reflejo,
me justifican
como alguna vez yo justifiqué
a los que me precedieron.
Todos somos uno.
todos somos todo.
La palabra surge donde sea
la belleza se esconde
en los entresijos de la
cotidianidad más absoluta,
pero nosotros lo olvidamos
enueltos en nuestras
privadas pesadillas.
¡Cómo gritarle a la vida
que estás avasallado por su causa!
tan lleno
del transcurso de los días,
perplejidad tan indecisa
pasión bien encausada
(si es que eso es posible)
¡Como gritarle a la vida
antes que esta te destroze!
Carlos Reyes López